Un liberador de hábitos hace que nuestra mente de un cambio de 360 grados. Es aquel que te cambia la forma de ver la vida, y generalmente es un instante, algo efímero. Cuando un liberador de hábitos es efectivo nos desquitamos del piloto automático y entonces nos concienciamos de lo que hacemos mal. Por este motivo hoy os desvelaré un método para poder ser conscientes de esos pequeños hábitos nocivos del día a día, y así, poder cambiarlos por otros positivos disfrutando del momento ¡Hablemos de un paseo a caballo!
Una actividad en la naturaleza siempre aporta algo positivo a nuestro día. A través de este liberador de hábitos podemos hacer algo disruptivo como montar a caballo. No es solamente ocio, ya que a través de ella podemos concienciarnos con el medio y nos animales. Además, el caballo es famoso por su valor terapéutico. Muchas empresas se dedican a ofrecer la terapia con caballos en casos de autismo y otra gran variedad de problemáticas. Por otro lado, a nivel general todos podemos beneficiarnos del valor terapéutico del caballo. Nos aporta paz, tranquilidad y claridad mental y algo nuevo como romper la rutina. Pero la pregunta es… ¿Qué haría yo para empezar un día como este?
Grandes comienzos…
Lo ideal es que cuando vayamos a montar a caballo hagamos algunos preparativos. Despiértate y desayuna junto a la ventana o un paso de aire siempre que sea agradable. Es bueno que nuestro cuerpo sepa la temperatura que hay fuera para aclimatarse. Una vez echo, podemos darnos una mini clase de Yoga y con esto me refiero a un saludo al sol.
Entonces, será el momento de iniciar nuestro paseo a caballo. Ahora, hemos conseguido entrar en la actividad armonizados con la naturaleza. Esto es posible gracias a un desayuno poco copioso, simplemente sano y a nuestra postura de yoga.
Durante la actividad
Simplemente mantén una respiración profunda y relajada por la boca o nariz, como mejor te parezca. Así, podrás concentrarte en ella para relajarte y se consciente del momento. Acto seguido, cuando creas necesario, siente el pelaje del animal. Al igual que con la respiración, siente su textura, temperatura, olores, etc. Es una forma de mantener el foco en la actividad, viviendo el momento. Cuando la lleves a cabo te darás cuenta de que has dejado a un lado las preocupaciones y pensamientos del futuro y pasado. Estás en el ahora.
Después de terminar la actividad
Simplemente, piensa en todo lo que has hecho durante el día. Ese fantástico desayuno y la postura de Yoga. Recuerda la actividad con todo lujo de detalle posible. Cómo te sentiste, define la situación de bienestar, el paisaje, etc. Por último, cuando termines el día recuerda hacer uso del diario positivo. Este hará que todas las vivencias que te aportan vida queden en tu sesgo positivo (aquella parte de tu mente que guarda los recuerdos agradables). Así, poco a poco conseguirés ser una persona más optimista y feliz.
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