A ver si te suena esto… fracasas en tu nuevo trabajo, no te gustaba tanto como creías. Fracasas en una relación, era algo que no esperabas. Esa idea de emprendimiento que parecía tan buena de repente empieza a parecer algo que no vale la pena. Y así, estos hechos anteriores se repinten muchas veces. El resultado… comienzas a pensar que hagas lo que hagas, ese fracaso se repetirá en todas tus acciones futuras…has caído en la trampa de La INDEFENSIÓN APRENDIDA.
En muchas ocasiones cometemos tantos errores, o como se diría de forma correcta ‘’formas detectadas de no hacer algo’’, que empezamos a deducir de forma subconsciente una especie de impotencia o imposibilidad permanente ante el futuro. Creemos que como en el pasado ocurrió todo eso, en el futuro ocurrirá exactamente lo mismo hagamos lo que hagamos. Nuestra mente se identifica con el pasado y te sugiere que el futuro será igual.
¿LA SOLUCIÓN?
Deja de identificarte con tu pasado. Piensa que simplemente estás en un proceso de aprendizaje en el que de cada hecho puedes sacar una lección. Piensa que con tan solo ser consciente de ello tendrás la posibilidad de solucionarlo. Piensa que cuando hagas algo que en el pasado salió mal esta vez tienes mayor preparación para afrontarlo. Piensa que quizás no lo consigas pero que mereció la pena recorrer ese camino.
Al final llegarás a ese ‘’ estado de iluminación ‘’ en el que solo importa el camino y cómo te desenvuelves en el. Acabas aprendiendo que la felicidad está en saber aceptar tanto el fracaso como la victoria. En saber gestionar los picos de felicidad y los de malestar.
Así, y solo así, perderás el miedo al fallo porque solo te importará disfrutar del camino. Entonces, te embarcarás en todas tus nuevas aventuras sin prejuicios y finalmente, de nuevo dejarás de darle importancia a ese resultado binomial ‘’éxito y fracaso’’ para dar lugar a la atención plena de tu camino presente ¡Ya no importa la derrota, no existe!¡Al carajo la derrota aprendida!🛵🛵🛵