Bienvenidos una vez más a la red social de las terapias naturales, alternativas o complementarias, FutuGreen, para hablar un día más de las decisiones acertadas. En este caso, con el artículo anterior hablamos de la importancia de las decisiones y de las estrategias para tomar mejores decisiones. Como bien comentamos en el primer artículo de la toma de decisiones, una de las mejores formas de tomarlas era hacerse una serie de preguntas con respecto a esos caminos que estamos barajando o que hemos escogido. Por ello, vamos a proceder a la explicación de la primera pregunta ‘‘¿Me llevará a un futuro estimulante o me anclará al pasado?».
Introducción
Cuando tomamos decisiones, nos acercamos a un lado o a otro, la correcto o al incorrecto, al estimulante o al pasado. Así, si queremos ir en la dirección correcta lo que debemos de hacer es tener en cuenta nuestra visión de futuro, aquella imagen que nos estimula, que nos da energía y nos llena de pasión, transmitiendo confianza y fuerza.
En el lado contrario, está el tomar decisiones por el miedo, quedando atrapado en el pasado y sintiéndonos acomodados por el mero echo de creer que lo conocido es lo mejor. Pero en realidad, lo único que ocurre es que poco a poco vamos perdiendo la conexión con nuestro YO más amplio y enriquecedor. El miedo aumenta por haber intentado cosas en el pasado y haber fallado, pensando que volverá a ocurrir. El miedo te paraliza y te deja en el mismo lugar, aunque como se suele decir, o mejoras o empeoras, por lo que el quedarse quieto te va comiendo poco a poco.
Algo muy importante, es establecer la importancia aquí de las pequeñas decisiones. Estas son las que te elevan o te hunden porque son las que no se ven y son más difíciles de controlar: llegar cinco minutos tarde o cinco minutos antes, realizar un día antes el examen o 1 semana antes, comerte una onza de chocolate o media tableta, apagar el despertador por la mañana o hacerle caso, pagar una factura o no… ¿Qué hacer con todo ello?. Pues la solución es ¡la pregunta de hoy! ¿Esta decisión me aporta un futuro estimulante o me ancla al pasado?. Es evidente que la respuesta sería que llegar cinco minutos antes al trabajo me aportará una mejor imagen futuro y posibles ascensos, comerme una sola onza de chocolate me proveerá de una mayor salud que si me coma media tableta, pagar una factura hará que no parezca un moroso y me concedan favores…
¿Esta decisión me aporta un futuro estimulante o me ancla al pasado?
Por tanto podemos ver que esta pregunta será una de las estrategias o guías en la toma de decisiones correctas. Y es de tal importancia que nos permitirá evadir las conductas que día tras día nos entorpecen en nuestros objetivos o en nuestro camino al éxito (en el artículo principal de decisiones vimos como averiguar nuestra meta o razón de ser en el caso de no saberlo). Las conductas negativas se nutren de aquellos impulsos procedentes de los placeres momentáneos. Ahora veamos unos ejemplo de estas preguntas y su utilidad en la vida diaria.
El primer ejemplo fue el de una persona reputada que se dedicaba al mundo del deporte no estaba satisfecha. Su verdadera pasión era dedicarse al arte. Cuando se hizo la pregunta… ¿Esta decisión me aporta un futuro estimulante o me ancla al pasado?… se dio cuenta de que la acción a seguir era ser actriz o actor. Por ello decidió ir dejando paulatinamente el mundo deportivo para enfocarse en el artístico.
Lo cierto es que tras cuatro años, siguió sin haber conseguido lo que quería, ser actriz o actor. ¿A qué se debía?. Se había hecho la pregunta exacta y tenía claro lo que quería… pero fallaba algo. Así, un día se puso a recopilar esas pequeñas decisiones diarias para detectar cuales les estaban acercando a un futuro más prometedor y cuales al pasado deportivo. Se dio cuenta de las siguientes:
- Aceptaba nuevos clientes deportivos
- Gastaba más dinero y aceptaba más clientes
- Desarrollaba su cuerpo físico en vez de su talento artístico
- Su diálogo interior le hablaba de la dificultad de ese cambio
Como podemos ver las pequeñas decisiones que tomaba no eran las correctas. Todo ello era debido a un proceso subconsciente que le quería mantener en la zona de confort por miedo y que le decía sobre la necesidad de mantener su actividad en lo deportivo por que si fallaba se vería sin nada. Con todo ello, podemos concluir que andar con un pie en la barca y el otro en el muelle nos llevará con frecuencia a la caída.
El segundo ejemplo trata sobre una persona con éxito y dinero, pero sin felicidad. Se dio cuenta de que le faltaba es pasión en la vida y al responder la pregunta mágica »¿Esta decisión me aporta un futuro estimulante o me ancla al pasado?» se dio cuenta de que no estaba en la dirección correcta y recordó como siempre había tenido el anhelo de participar en una organización no gubernamental por lo que se puso manos a la obra. Una de sus pequeñas decisiones fue enviar una carta con las habilidades y aptitudes que podía aportar a dicha organización.
Cuando fue aceptado por esa pequeña decisión tan importante comenzó a trabajar en ella por la noche mientras que por el día lo hacía en su trabajo cotidiano. A pesar de las horas extras, no podía creer el aumento de energía que tenía encima. Era como si su chispa interior se acabara de encender y todo diese igual. Ni las horas demás, ni los imprevistos podrían con el. Poco a poco fue dejando su antiguo trabajo y se dio cuenta de que siguiendo al corazón creó una vida que calificó de imposible en el pasado pero que fue posible por una serie de ingredientes que veremos a continuación.
Ingredientes del éxito
Aceptar el riesgo de seguir al corazón puede hacer que tengamos una vida de energía y amor. Hacerse las preguntas correctas nos puede cambiar la vida en un efímero momento, ya que al darnos cuenta de que vamos en la dirección equivocada daremos un giro de 360º en la correcta, llenándonos de energía.
Así para ello hacen falta una serie de ingredientes que llevados a cabo de forma simultánea puede conseguir una serie de efectos increíbles. El primer paso es tener clara la meta de nuestra vida, o en el caso de no saberla, tener claro una serie de objetivos a corto plazo que todo el mundo quiere conseguir y que al final nos hacen averiguar nuestra meta de fondo. El segundo paso es detectar una serie de procesos subconscientes que van en contra de nuestras metas u objetivos a corto plazo, para poder satisfacerlos y que no nos saboteen como ya explicamos en el artículo base de tomar decisiones.
En tercer lugar, debemos de hacernos las preguntas adecuadas, como por ejemplo la desarrollada en este capítulo para darnos cuenta de si estamos en el camino correcto o no. Por último, debemos de elaborar una lista con las pequeñas decisiones que tomamos día tras día y ver si realmente can acorde con nuestras metas o con nuestros procesos inconscientes que nos sabotearán.
PARA TERMINAR
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