Bienvenidos de nuevo a FutuGreen para hablar sobre terapias naturales. Recuerda que puedes registrarte para poder participar en el tablón de Actividad y escribir artículos de tus servicios, centro o terapias alternativas con el fin de darte a conocer y nutrir el mundo natural. En el día de hoy vamos a hablar sobre la Macrobiótica, una terapia natural con bases del Zen Budista que también incide en un modelo de comportamiento, comiendo solo vegetales y derivados para llegar a tener una vida sana y larga.
Cada vez son más las personas que siguen este tipo de terapias complementarias, siendo amantes de la comida natural, debido a la insatisfacción con la actual industria alimentaria. Esta modalidad de vegetarianismo se combina con filosofía y diferentes escalones de restricciones a nivel dietético, ya que en ocasiones se llega a ingerir exclusivamente cereales.
Su origen se centra en Japón, siendo motivado por querer alargar la vida y eliminar 200 enfermedades, añadiendo a la dieta una serie de filosofías Budistas. Se define a esta terapia natural como el arte de concebir una idea de vida que pone de acuerdo a nosotros mismos con la interacción de los alimentos, el estilo de vida y el medio en el que elegimos vivir.
Y ahora…¡demos paso a una serie de Objetivos y Recomendaciones de la Macrobiótica!
Objetivos de la Macrobiótica
En la terapia natural o alternativa de la Macrobiótica podemos encontrar una serie de objetivos los cuales nombramos a continuación:
- Se tiende a mantener el equilibrio entre el Yin y el Yang para poder paliar los excesos de calor o de frío en nuestro cuerpo.
- Conseguimos mantener una cierta alcalinidad en nuestra sangre, para contrarrestar la acidez que nos perjudica.
- Podemos ver como mediante una alimentación natural conseguimos disminuir los elementos tóxicos en nuestro organismo.
- También lograremos tener mayor energía y vitalidad mediante esta dieta.
- Por otro lado, a parte de construir una salud y un mundo en armonía, también se contribuye a la unidad y el equilibrio de la familia en si. Todo ello se deriva de la información que poseemos hoy en día sobre como los alimentos procesados, con productos químicos, envasados y azucarados pueden cambiar la conducta humana a peor, y producir el aumento de alergias que estamos viendo hoy en día.
Una vez que hemos estudiado los objetivos de esta dieta, que llega a ser una cultura o estilo de vida, vamos a ver las recomendaciones básicas.
Dieta Macrobiótica: recomendaciones
Las bases principales de la Macrobiótica son los alimentos integrales, naturales y orgánicos, los cuales van acorde con las estaciones del año. Esto se debe a que al igual que la estación del año cambia la forma de vivir, también debemos de cambiar nuestra forma de alimentarnos. Por ello, en Verano será más adecuado comer aquellos alimentos que nos ofrece la tierra en dicha estación, siendo estos alimentos más ligeros y usando menos la cocción. De tal forma, la Macrobiótica consigue que el cuerpo se adapte a la naturaleza, promoviendo un mejor estado de salud a nivel propio y familiar.
A parte de lo dicho anteriormente podremos ver otros puntos que caracterizan a la dieta Macrobiótica como por ejemplo:
- El ayuno: es considerado una fase terapéutica, de limpieza y depuración. En ocasiones lo realizan durante 72 horas, siendo posible el agua y obligatoria la supervisión de un profesional. De esta forma, se piensa que al no dar de comer al cuerpo no se le da de comer a la enfermedad, por lo que se ayuda a eliminar. También está el semiayuno consistente en no comer nada desde la tarde al día siguiente.
- En la mesa: podemos ver como esta terapia natural o alternativa tiene algunas bases estrictas a la hora de sentarse a comer. No se debe de comer más de tres veces al día, ni tampoco 3 horas antes de acostarse, dando las gracias tanto al principio como al final de cada comida. También se debe de triturar 50 veces en la boca.
- Los valores humanos como la humildad, la comunicación con el entorno cercano y el mantenimiento físico-mental son obligatorios en este caso..
- Al contrario que en otras disciplinas alternativas, aquí si se puede dar el uso de tubérculos para acompañar a los platos.
- Los zumos naturales son un principio básico para el tratamiento de la medicina Macrobiótica, ya que también son productos nacionales, de tu lugar de origen.
- A la hora de conservar las defensas es muy importante el uso de cítricos, sobre todo de cultivo natural, para mantener así nuestro equilibrio.
- La ingesta de embutidos, carnes, lácteos, azúcar y pan blanco, bollería y refrescos industriales o alcohol están lejos de esta terapia natural.
- En caso de comer pescado este tiene que ser blanco, no pudiendo hacerlo más de dos días a la semana sin ser más del 20% del plato.
- Se aconseja la preparación de los alimentos con el uso de aceites vegetales y naturales, agua o sal marina, nunca refinada. La forma de la preparación ha de ser con cuchara de madera en hoyas de barro, acero inoxidable y descartando el aluminio.
- La Macrobiótica es una terapia natural educativa, la cual enseña una serie de bases para conformar un cuerpo humano en el que no viva la enfermedad, dando igual por tanto la evolución o forma de esta última.
- A un nivel general, se aconseja el uso de alimentos o productos biológicos, harinas sin refinar y cereales integrales, comiendo pocas cantidades.
- Por último, comer productos del país en cuestión, según esta filosofía es lo más recomendable.
Ciertamente, como en la mayoría de los casos, la dieta Macrobiótica a de ser adecuada en cada situación debido a cada tipo de persona, clima, lugar de residencia, estación, edad o trabajo. Así, por regla general, podemos ver las siguientes proporciones de una dieta para un clima de temperatura normal y cuatros estaciones bien definidas:
- Sopas (10%)
- Vegetales (30%)
- Algas (10%)
- Cereal integral (50%)
Sin más preámbulo vamos ahora a explicar por qué la Cocina Macrobiótica considera más oportuna estas cantidades que las proporcionadas por otras dietas.
¿Por qué la dieta Macrobiótica?
En las civilizaciones actuales de todo el mundo hasta hace poco la principal base y fuente de alimentación era el arroz, la avena, el trigo o productos como el pan. Estos productos en su exponente más natural, el integral, se combinaban con las verduras. Sin embargo, hoy en día las proteínas animales son las que ocupan gran parte de nuestra dieta diaria. En la Macrobiótica se observa como dentro de la cantidad de dientes de los que dispone el ser humano hay una proporción de siete a uno con respecto a los vegetales. Es decir, la mayoría de nuestros dientes son más aptos para el consumo de integrales y vegetales que para carnes.
Lo mismo ocurre en el caso del intestino, cuya longitud es más apropiada para los vegetales. En este caso ocurre que el tubo digestivo animal es mucho más corto. Por ello, es más difícil que la proliferación de bacterias derivadas de la descomposición de la carne no llegue a darse y sea expulsada antes de que ocurra. En el intestino humano pasa todo lo contrario y por lo tanto a la carne le da tiempo a realizar su descomposición liberando bacterias y causando infinidad de trastornos.
Por otro lado, una vez que hemos explicado los argumentos y pautas para una alimentación acorde a nuestro cuerpo, ahora haremos lo mismo en relación al medio ambiente. Para ir acorde a el y respetarlo debemos de alimentarnos de aquellos productos que vengan de un clima similar al nuestro, acompañados de los métodos culinarios adecuados a cada época del año. Así, en los climas tropicales debemos de acudir a los alimentos vegetales, mientras que en los climas polares podemos aumentar la proporción de animal.
En el caso de climas con normales, con cuatro estaciones bien definidas, podemos acudir a las proporciones anteriormente dadas respecto a integrales y vegetales (alimentos principales), las algas y sopas (alimentos secundarios). Por otro lado, a un nivel terciario nos encontraríamos con los frutos, tanto frescos como secos, y como último nivel los productos de origen animal como pesados y mariscos son considerados un complemento.
Ahora vamos a estudiar una serie de modificaciones con respecto a la forma de cocinar los alimentos para que estos tenga una mejor adaptación a nuestro clima.
Adaptación de la dieta marociótica
En este apartado vamos a ver las diferentes adaptaciones que se pueden dar para que la dieta Macrobiótica sea más efectiva. Las condiciones climatológicas de nuestro ambiente pueden dar lugar a las siguientes adaptaciones con respecto a la forma de cocinar:
- En temperaturas bajas la cocción del alimento se debe prolongar más en el tiempo, siendo posible una mayor cantidad de condimentos.
- Conforme las temperaturas son más altas la cocción a de ser menor y con menos condimentos.
- A medida que la humedad baja, tendremos que realizar una cocción con mayor cantidad de agua para compensar esa falta de humedad.
- Mientras que si la humedad sube, debemos de cocer con menos cantidad de agua.
Por otro lado, teniendo en cuenta la geografía en la que vivimos y la procedencia de los alimentos, también debemos de tener en cuenta una serie de indicaciones como son las siguientes:
- El agua debe ser obtenida de la zona más inmediata a tu lugar de residencia, mientras que la fruta puede ser cogida con menos restricción ya que se permite obtenerla de tu entorno climático y geográfico.
- Las verduras y cereales integrales pueden ser obtenidos de aquellos lugares que compartan los mismos rasgos climáticos y geográficos de tu zona.
- La sal debe de cogerse del mismo hemisferio en el que nos encontramos, mientras que las algas pueden provenir de climas lejanos y parecidos.
Como vemos, será necesario llevar a cabo una serie de modificaciones o adaptaciones de la dieta Macrobiótica con el fin de optimizarla. Ahora, en el siguiente párrafo hablaremos de los distintos tipos de alimentos y niveles de dietas según esta terapia natural, alternativa o complementaria.
Tipos de alimentos y dietas
En esta terapia natural los alimentos se dividen en activos o pasivos, es decir, yang o yin, cuyo equilibrio hará que tanto la salud de la mente como la del cuerpo se encuentren en perfecto estado. La base son las hortalizas, cereales, y verduras, cuyos principales nutrientes son las vitaminas del grupo B y C, pertenecientes al yin y las pertenecientes al yang como las liposolubles A, D, E, K y la B6.
Por otro lado, las dietas se dividen en 10 niveles que van desde el -3 al +7. Las 5 primeras hacen referencia a una dieta casi vegetariana en su totalidad con un mínimo consumo de alimentos de origen animal. El resto de dietas son a base de vegetales y grano de trigo hasta alcanzar el nivel 7 que se basa únicamente en cereales triturados. Aún así, las dietas macrobióticas más comunes se componen de un 50% de cereales como la avena, el trigo o el arroz integral, un 20% de vegetales preparados al horno, vapor, sofritos o crudos, un 10% de legumbres y otro 5% de caldos.
Por tanto, una vez estudiado los tipos de alimentos y variedades dietéticas, pasaremos a describir aquellos puntos en común que guarda la MACROBIÓTICA con otras terapias naturales, alternativas o complementarias.
CONSEJO
Las algas marinas son las suministradores de la mayor fuente de minerales completos, por lo que sería muy recomendable buscar la forma de añadirlas a tu dieta.
Características y bases de la Macrobiótica
En este caso nos podemos encontrar con una serie de características que se comparte con otras terapias complementarias o naturales, como son por ejemplo:
CONSEJO
El arroz es uno de los cereales más equilibrados tanto en sodio como potasio, por lo que se recomienda su ingesta en pequeñas cantidades a lo largo del día.
Enfermedades y riesgos
Por parte, esta terapia alternativa considera a la enfermedad como un desequilibrio en diferentes niveles de nuestra vida. En primer lugar a nivel de ambiente, luego a nivel psicológico, después a nivel social y por último problemas físicos. Así, los tratamientos para estos desequilibrios se dan con la dieta, el ambiente y el cambio del pensamiento sobre nosotros mismos. Por tanto, sus seguidores opinan que el problema se debe de abordar desde estos 3 tipos de tratamiento.
Sin embargo, estas dietas también pueden traer consigo mismo una serie de problemas como son la deficiencia proteica o la carencia de vitamina B12, A, C y D dando lugar a la anemia. También se le reprocha la carencia de hierro y calcio aunque en estos casos se podría recurrir a suplementos vitamínicos para poder paliar su repercusión. Lo más recomendable es siempre hacerlo bajo la supervisión de un profesional.
PARA TERMINAR
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