Eres presa del efecto Pigmalión – Sal de la trampa

Las personas suelen tener opiniones bien hechas sobre cada uno de nosotros. La gente puede pensar que somos más activos o más pasotas, más emprendedores o menos, más valientes o asustadizos. Desde un punto de vista de nuestra propia conducta esto no debería afectar. Pero todo cambia cuando nos fijamos en la percepción que tienen de nosotros nuestro entorno más cercano. Este puede afectar a nuestra forma de ser y actuar de una forma peligrosa puesto que es invisible.

Es decir, si piensan algo positivo de nosotros, podemos llegar a conseguirlo. Y si piensan algo negativo de nosotros, también se acaba cumpliendo. Esto es el efecto Pigmalión. Si tu entorno piensa que eres ‘tal’ puede que te conviertas en ‘tal’.

En muchos estudios se ha demostrado que cuando un profesor tiene una imagen negativa de sus alumnos estos tienden a bajar sus notas. Este es uno de los principales ejemplos del efecto Pigmalión…. pero y esto ¿

¿Cómo nos afecta?

¿Podemos librarnos de un efecto Pigmalión negativo?

¿Qué caminos podemos seguir?


La familia, los amigos, tu ciudad…


Realmente puedes creer que tus comportamientos y acciones son totalmente consensuados por ti misma. Y el caso es que esto es cierto en parte…

Una de los grandes descubrimientos de mi vida se dio cuando me fui de ERASMUS. Era un entorno totalmente nuevo, amigos nuevos y una familia nueva, actividades nuevas…

Lo curioso es que al cambiar mi primer nivel de pensamiento, o entorno, como se dice en PNL, yo también cambié. Me empecé a sentir más libre y mis actuaciones eran más espontáneas. Participaba más en las conversaciones y ese tipo tímido del grupo de siempre, del barrio, había desaparecido.

Mis relaciones mejoraron, mi autoestima mejoró y mi forma de ver la vida cambió. Sin embargo, cuando volví a España todo cambió. Al principio seguía siendo aquel chico más alegre, pero conforme pasaba en tiempo fue siendo presa de nuevo de mis círculos más cercanos y de ese efecto Pigmalion.

Entonces, todos los nuevos proyectos perdieron fuerza y se desvanecieron. Creía que había vuelto el antiguo Miguel. Creía que en realidad esa era mi forma de ser.


El efecto Pigmalión


Pero toda mi perspectiva volvió a cambiar en los próximos años cuando realicé un Máster y cambié de entorno. De nuevo conocí personas diferentes y formas de ser que me enriquecieron. Mi actitud comenzó a mejorar.

Y fue en ese Máster donde apareció por primera vez el tecnicismo » Efecto Pigmalión ». Lo entendí todo de repente. Nuestro entorno era un factor que nos acusaba de forma abrupta. Para bien o para mal.

Aún solo existen teorías de por que si un grupo piensa que eres así, acabas siendo así. Yo creo fielmente en la energía de las personas y creo que se pude llevar a ello. Personas » más científicas » tienen otros puntos de vista. Pero sea como fuere, hay una cierta transmisión de esas imágenes de nosotros mismos que tienen las personas hacia nosotros.

Entonces, tras conocer el efecto Pigmalión ocurrió algo fatal…


ODIO


Empecé a sentir Odio hacia ese entorno que me rodeaba de pensamientos limitantes. Tu puedes ser esto y no lo otro, o no vales para esa profesión… Y el caso es que esto empezó a deborarme hasta que entendí algo. Ellos no querían deborarme, simplemente sus creencia son limitantes para ellos y para el resto, y no podía cuestionarlo. Solo querían protegerme a través de indicaciones que ellos creían pertinentes. Con esto me refiero principalmente a la familia.

Cuando entendí esto, también entendí que realmente lo que debía de hacer no era odiarlos. Debía aceptar sus creencias y separarme por un tiempo para seguir mi camino, cosa que no había tenido el valor de hacer por un largo tiempo. En realidad yo tenía el timón para dar un giro de 360º a la situación.

Solo así, siendo mejor por una misma o uno mismo podemos influir en los demás de manera positiva. Es decir, les podemos transmitir que ser mejor persona es posible mediante nuestra idea sobre la gente… ¡Nosotr@s también podemos transmitirlo!


Cambié mis círculos cercanos – El camino


Me acordé de cuando escribí sobre el primer nivel neurológico o de pensamiento, como se denomina en PNL. Este era el primera paso para cambiar y establecer mi nuevo entorno. El cambio…

Cambié a mis amigos o más bien, el tiempo que pasaba con ellos. No quería de repente ser un loco nazi de las relaciones. Y empecé a tomar decisiones sin tener tanto en cuenta a mi familia, a la vez que me independicé. No hice nada con odio, sino con inteligencia para luego poder volver más fuerte. No se trata de huir. Se trata de salir para verlo con perspectiva.

Todo ese tiempo quedé anonadado

Así, tras reescribir mi primer nivel neurológico, pude ser consciente de lo que debía hacer, de quien rodearme y por dónde empezar. Ahora… el caso es… ¿Vas a seguir sin hacer cambios en tu entorno y haciéndote la víctima?¿O vas a intentar modificarlo en medida de lo posible?

Recuerda que el Efecto Pigmalion hará que tu entorno influya en tus decisiones. Puede que haya gente a la que no lo afecte o incluso puede que tu entorno sea perfecto porque tienen una una imagen mental de ti… ¿Pero y si no es Así?¿Estás dispuesto a dar el primer paso?


FIN