Tomar decisiones es un proceso subjetivo, y en el que como tal, podemos vernos atrapados sin saber como salir. en este artículo, exploraremos juntos cómo escuchar el subconsciente y, al mismo tiempo, dejar espacio para la reflexión más consciente.
Además, se plantea la importancia de considerar si nuestras decisiones representan una inversión en nosotros mismos y si nos acercan a nuestras metas a largo plazo. La clave está en equilibrar lo que sentimos en el momento con lo que realmente queremos para nuestro futuro… ¡Adelante con el primer punto a tener en cuenta!
Decidir en base a tu subconsciente
Cuando se me presenta una toma de decisiones es muy habitual que sea consciente de el feeling de mi cuerpo. Si me siento bien puede ser una señal.
pero también es cierto que debemos de dejar pasar ese primer momento emotivo. Si de repente ante una elección sientes euforia o pena, espera un momento y haz caso a los sentimientos que vienen después.
Invertir en ti
También puedes preguntarte si es una inversión en ti. Imagina que estás penando en comprarte un libro, pero tu elección se ve mermada por el pensamiento »voy a gastar dinero». En realidad aquí debes de pensar que no es un gasto, sino una inversión en tu conocimiento u ocio de forma saludable. Por tanto, pregúntate si tu decisión va encaminada hacia invertir en tu ser o no.
Elegir en base al largo plazo
Imagina que quieres dedicarte a la educación, y se te presentan dos trabajos. Hay uno que no tiene nada que ver con el sector educativo, y otro que está más relacionado pero te pagan mucho menos. Lo correcto, normalmente y siempre que peudas, sería coger el que te pagan menos pero te acerca más a tu objetivo del largo plazo: dedicarte a la educación.
El resumen del mejor método para elegir
Al tomar decisiones difíciles, escucha tu subconsciente, pero no te dejes llevar por las emociones inmediatas. Espera y analiza cómo te sientes después de ese primer impulso. Considera si la elección es una inversión en ti mismo, ya sea en términos de conocimiento o bienestar. Además, piensa en el largo plazo: a veces, una opción menos atractiva hoy te acerca más a tus metas futuras.