Levantarse puede convertirse en un automatismo bastante perjudicial para el común de los mortales. Sin embargo, la solución es ser conscientes de la necesidad del cambio de hábitos matutinos. Para despertar rebosantes de energía y vitalidad es necesario tener ciertos comportamientos. Las próximas acciones en la mañana te harán tener un día de 10.
Favorece la hidratación
Cuando despertamos es raro escuchar que alguien toma un vaso de agua. Y ten en cuenta que estamos una media de 7 u 8 horas sin habernos hidratado. Por este motivo, es necesario que nuestro cuerpo tome agua y grasas saludables.
Desayuno excesivo y azucarado
La falta de motivación y placer intrínseco, nos hace hurgar en ”las grandes cantidades”. Dos zumos de naranja, dos tostadas y y un gran baso de leche puede parecer un placer sano.
Empieza a disfrutar y conformarte con menores cantidades pero más nutritivas. Desayuna de forma equilibrada e introduce novedades de vez en cuando evitando el azúcar.
En lugares distintos
A la hora de desayunar, quizás lo hagas a prisa y corriendo sobre la encimera. Levántate antes y enciende el brasero o prepara la mesa en la pequeña terraza. Mientras tanto prepara el desayuno y sírvetelo ¡Tápate calentito y a comer!
El despertador de siempre
Nuestro cerebro puede asociar el habitual tono del despertador con un momento de obligación. Entonces, ese sonido ya nos despierta de mal humor. Prueba a cambiar el tono con el que te levantes por uno más suave y relajado. Incluso una canción que te guste.
El libro SOS
Esta es la forma en que llamo a ese libro que te anima con tan solo leer sus páginas. Tenlo a mano y cuando lo necesites ábrelo por la última página que leíste. Yo suelo leerlo un poquito hasta que se me cura el alma.
Puede ser un libro de auto-ayuda, de novela o de algo que estés estudiando y que te apasione. Esto te hace recordar que tienes un objetivo que sobrepasa cualquier malestar y obstáculo que la vida te ofrezca.
Clase de Yoga
Una clase de Yoga de 5 minutos puede ser fantástica para desentumecer tu musculatura y liberar tu mente. Esto hará que encares el comienzo del día con una energía distinta. Es uno de los consejos que mejor me ha ido.
El silencio de la mañana
Es normal que encuentre raro el silencio e incómodo. Entonces decidirás encender la tele o la radio. Seguramente escuches un aluvión de noticias estremecedoras. Entonces es momento de poner algo de música tranquila. Incluso esta la opción B: quedarse en silencio.
Tener un plan
Es bueno vivir en el presente y fluir, pero eso no significa dejar a la deriva todos los días. Cuando la improvisación se convierte en rutina esta acaba siendo estresante y pesada. Ten un plan para tu día de trabajo o para tu día de estudio, o para lo que sea. Elabóralo la noche de antes y deja el fin de semana para improvisar.
Acaricia tu cuerpo
Es una forma subconsciente de aceptar y dar las gracias a la forma física que nos contiene. Con la experiencia sentirás una sensación de plenitud tremenda. Acaricia aquellas zonas que más te gusten de ti mientras respiras profundamente. Y acaricia aquellas zonas que menos te gusten de igual forma. Con el tiempo serán aceptadas y queridas.
Despierta antes
Solo así tendrás tiempo de poder observar que es lo que vas a hacer. Si vas con la hora pegada solo podrás pensar en ello. Estos minutos te servirán para realizar actividades Mindfulness que te enriquezcan como por ejemplo…
Realiza un espacio de respiración
Es una de las meditaciones de tipo ”casual” que vienen muy bien en la primera hora. Mientras la haces disfruta de esa sensación de quietud, paz y calma. A ello, súmale que serás consciente para poder disfrutar de tus cinco sentidos el resto del día.
Estudia y memoriza
La mente es uno de nuestros mejores aliados, al igual que el deporte saludable y la buena alimentación. Entonces no descuides el gimnasio de tus neuronas. Estudia y memoriza para fortalecerlas, y si son cosas nuevas mejor. Le darás ese toque disruptivo a tu acto diario.