Para llevar a cabo cualquier tarea necesitamos de ciertas habilidades. En este caso, las habilidades o capacidades conforman el tercer nivel de pensamiento en PNL. Algunas veces nos da por pensar en aquello que dejamos a medias y que no terminamos de aprender. Para alguien puede ser tocar la guitarra, para otro cantar y para el resto cocinar. El caso es que la mejor forma de aprender algo es fragmentándolo, paso a paso. Esto, unido a una de las principales premisas de la PNL, aprender emulando a otros, hará que lleguemos al éxito.
También, cabe destacar que cuando hablamos de capacidades podemos diferenciar entre un aprendizaje intencionado y otro aprendido. Este último hace referencia por ejemplo a caminar y hablar ya que se aprenden sin más. Sin embargo, manejar un ordenador o coche es algo intencionado.
Y ahora que queremos ser conscientes del estado de nuestro tercer nivel neurológico, debemos definirlo. Saberlo todo acerca de nuestro potencial ayudará a desarrollarnos profesional y personalmente. Detectaremos fortaleces y carencias a resolver. Con este fin, vamos a contestar una serie de preguntas:
¿Qué habilidades aprendiste de las que estás orgulloso?
Esta pregunta pretende afianzar una capacidad. Si sientes orgullo por algo que aprendiste puede que sea el momento de mejorarlo. Además, puede que tu vida profesional sea capaz de girar en torno a ello. En mi caso, algunas de las habilidades más importante que aprendí fue meditar y escribir.
Otras personas, han aprendido con el paso del tiempo a mantener buenas relaciones y ser persuasivas. Esto les lleva a ser líderes de compañías. En otros casos, la empatía desarrollada por las personas ha hecho que lleguen a ser grandes Coachs. La facilidad para enseñar te hace profesor.
El caso es… ¿Estás desarrollando estas habilidades o solo las has dejado pasar?
¿Conoces a alguien con una actitud arrasadora y positiva?
Esta es una de las capacidades que más valoro, ser positivo. Fijarnos en ese tipo de personas hace que se produzca una motivación extra para poder emularlas. Si conoces a alguien por el estilo puedes pensar en alguna forma para lograr dicha actitud. Recuerda que algunas opciones son imitar su postura o imitar su voz. Es decir, llevar a cabo sus metaprogramas.
Si tienes confianza con alguien por el estilo, podrías preguntarle en qué piensa cuando se enfrenta a una situación. Quizás te hable de una imagen que se forma en su mente. O quizás piense en el sonido que escuchará cuando lo logre. También, la gente cinestésica, comienza a sentir comos si estuviera viviéndolo. También, podemos dar un paso más. Esto sería imitando por completo todos sus niveles neurológicos.
¿Pregúntales para qué creen que eres bueno?
Puede darse el caso de que nuestro mejor don haya sido pasado por alto. Yo lo compara con aquella situación en la que buscas la llave de la casa y está en tus manos.La mejor capacidad que podemos fortalecer es la que corresponde con nuestro don y tenemos que descubrirla a toda costa.
En muchas ocasiones las personas nos dices que somos buenos para algo. Esto es una forma fantástica de averiguar cuál es nuestro gran potencial. Así, podemos hacer memoria de todas las veces que nos han alagado por algún motivo. Por ejemplo, que bien haces esto o aquello. No tiene que ser específicamente esa frase: nos pueden haber dicho que somos muy parlanchines y convencemos a la gente. Esta es una gran capacidad. Por otro lado, nos pueden hacer dicho de forma directa que cantamos muy bien. Sea cual sea el caso, apúntalo en papel y elige la opción que al leerla te haga sentir mejor y esté más alineada con todos tus niveles lógicos. Después, aprende esa capacidad.
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