A casi todo el mundo le apetece cambiar alguno de sus hábitos negativos del día a día. Sin embargo, lo intentamos una y otra vez con el mismo resultado. Cuando logramos entender el funcionamiento de nuestra mente, podemos lograr realizar cambios en nuestra mente que antes parecían imposibles. Pocas personas lo consiguen porque desconocen el método que vamos a explicar a continuación para crear buenos hábitos.
¿Cómo funciona nuestra mente?
No somos tan libres como podemos llegar a pensar en alguna ocasión. A veces, nuestras acciones se rigen por automatismos o rutinas que tenemos instauradas en nuestra mente. Así, si hacemos el café de una manera, lo hacemos así siempre y si nos expresamos de cierta forma seguiremos haciéndolo igual. Son rutinas o hábitos instaurados mediante repetición dentro de nuestros patrones de comportamiento subconscientes.
Herramientas para el cambio
Anteriormente hemos visto como la realización de algo de forma repetida hace que quede un comportamiento instaurado en la mente. Así, cuando la gente sale a tomar algo y ve un café le resulta casi imposible no tener ganas de fumar. Por ello, pasamos a desglosar las 3 partes de este hábito a fin poder estudiarlo:
- Hay una señal: ver el café
- Que provoca un hábito: fumar
- Para obtener una recompensa: relajarnos con la nicotina
Vemos que nuestro cuerpo presta atención a un estímulo externo que le provoca un hábito para así conseguir una recompensa. Por tanto, ahora que hemos estudiado el funcionamiento de los hábitos pasamos a explicar como cambiar las rutinas instauradas.
Instaura tu nuevo hábito
Cuando nos encontramos ante una mala rutina o comportamiento como por ejemplo correr o estresarnos, debemos prestar atención a la señal que lo provoca. Así funciona el método para cambiar hábitos, es decir, detectar la señal es el primer paso. Si por ejemplo la señal que nos estresa es ver a la gente corriendo en el metro debemos de tenerla en cuenta para el próximo paso.
Una vez que hemos detectado esa señal, viene el hábito o comportamiento del estrés. Sin embargo, lo que debemos hacer después de esa señal es introducir un nuevo comportamiento. Por ejemplo, párate literalmente y respira profundamente. Así, conseguiremos asociar ese estrés provocado por la gente corriendo a un momento de relajación que sería la recompensa.
Trucos para cambiar hábitos
A lo anterior hay que añadir algo para que sea más efectivo. De primeras no podemos manejar la técnica sin una ayuda ya que no seríamos capaces de detectar la señal e instaurar un nuevo hábito de buenas a primeras. Así, cuando estés en un lugar tranquilo piensa en esos momentos en los que has tenido un mal hábito y piensa en la señal que lo detonó.
Entonces, es momento de escribir tu plan de acción para la próxima vez. Para ello necesitas saber la señal o detonante y el nuevo hábito que suplantará al viejo comportamiento seguido de una nueva recompensa. Puedes elaborar una lista con diferentes hábitos positivos y sus respectivas recompensas. Para ello ilustramos el siguiente ejemplo.
Si al llegar a casa la señal ver tu escritorio te produce un comportamiento de estrés y dar vueltas sin hacer nada porque crees que así conseguirás la recompensa de acabar pronto corta por lo sano. Y lo vamos a hacer así:
- Percibimos la señal: escritorio
- Implantamos un nuevo hábito: hacerse una tila para relajarse
- Pensamos en la recompensa de la tila: relajarnos y poder acabar antes el trabajo.
Fugaz y en un momento
¡Vemos lo fácil y rápido que puede ser cambiar nuestras conductas negativas hacia comportamientos positivos. Por ello y finalmente, te resumo los 3 pasos a seguir para cambiar nuestros hábitos:
- Detectar las señales de tus hábitos negativos.
- Para después pensar en un nuevo hábito positivo que suplante al anterior.
- Y así poder asignar una recompensa física o mental a nuestro nuevo hábito para que quede instaurado.
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