Tal vez hayas considerado que tu ansiedad está originada por un problema que ronda tu mente. Sin embargo, es un hecho que la ansiedad también puede surgir por cuestiones físicas, y más concretamente de la forma en que respiramos.
La conexión entre ansiedad y respiración
Cuando simulamos una sonrisa, nuestro cuerpo es engañado y cree que está experimentando alegría, liberando así hormonas relacionadas con el bienestar y mejorando nuestro estado de ánimo.
De manera similar, cuando respiramos de manera inadecuada, como ocurre en los episodios de ansiedad, también estamos engañando a nuestro cuerpo. Entonces, el interpreta que estamos ansiosos y comienza a segregar hormonas que nos inducen ansiedad.
Orígenes de una respiración deficiente
Existen diversas razones por las que podemos tener problemas respiratorios:
- Desviación del tabique nasal.
- Intolerancias alimenticias que provocan exceso de mucosidad.
- Falta de una adecuada técnica de respiración.
Una vez que entendemos las posibles causas de una respiración deficiente que desencadena ansiedad, podemos pasar a considerar las soluciones.
Formas de abordar una respiración inadecuada
En primer lugar, como medida básica, es recomendable realizar lavados nasales con suero y una jeringa, e incluso utilizar un espray nasal de prescripción médica, ya que los disponibles sin receta en la farmacia pueden causar un efecto rebote y están destinados a casos puntuales.
Además, se recomienda consultar a un otorrinolaringólogo en caso de desviación del tabique para explorar las posibles soluciones.
También puedes solicitar a tu médico una prueba de intolerancia alimenticia para identificar qué alimentos podrían estar generando esa acumulación de mucosidad.
Finalmente, y no menos importante, considera la posibilidad de realizar un curso de Experto en Respiración para aprender las técnicas fundamentales.